La localidad bonaerense de Puan, habitualmente tranquila, fue sacudida por un insólito caso de extorsión que terminó con una mujer de 65 años detenida. Se trata de SMD, una masajista acusada de chantajear a un cliente con la amenaza de difundir imágenes íntimas, a cambio de dinero… y postres.

La investigación, llevada adelante por la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N.º 20, se inició tras la denuncia de un hombre de 51 años que aseguró haber sido víctima de amenazas durante más de un año. Según la causa, la mujer lo coaccionaba con la publicación de fotos de sus genitales y le exigía no solo dinero, sino también productos de repostería, como tortas y dulces, consignó TN.

“Todo el pueblo va a conocer esas imágenes”

Según trascendió, la relación entre ambos comenzó en 2021, inicialmente con encuentros profesionales. Sin embargo, con el tiempo pasaron a mantener videollamadas de tono íntimo. La mujer habría grabado algunas de esas comunicaciones y luego las utilizó para extorsionar al hombre.

“Le decía que todo el pueblo iba a conocer esas imágenes”, detalló una fuente judicial a medios locales. A través de estas amenazas, la acusada logró obtener más de $3 millones, además de otros regalos como un reloj, un taladro y una balanza digital.

Los hechos habrían ocurrido entre noviembre de 2022 y noviembre de 2024. La víctima, agobiada por la situación, decidió realizar la denuncia a fines del año pasado.

Una causa sin precedentes locales

La detención fue ordenada por el Juzgado de Garantías Nº3 y se concretó en el domicilio de ella. Si bien el caso está vinculado al llamado "sexting" -una práctica reconocida legalmente pero no tipificada como delito en el Código Penal argentino-, la mujer será imputada por el delito de extorsión, que prevé una pena mínima de cinco años de prisión.

Desde la fiscalía resaltaron la importancia de denunciar este tipo de situaciones. “Si bien la víctima tardó en hacerlo, finalmente pudo romper el silencio y eso permitió actuar”, subrayó una fuente del caso.

El caso, que mezcla lo íntimo con lo absurdo, generó impacto en la comunidad local y encendió el debate sobre los límites del sexting, la privacidad digital y la necesidad de actualizar los marcos legales ante situaciones de este tipo.